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Cuidado a quién le prestas dinero



¿O alguna vez lo has prestado y te topaste con un mal pagador que nunca te lo devolvió? Tal vez todos hemos pasado por ello. A veces los temas de dineros suelen ser el principal motivo de peleas y podemos evitar romper amistades de manera innecesaria si sabemos cuándo decir «no».

Por eso hoy queremos dejarte 3 tips que te ayudarán a decidir en qué ocasiones y bajo qué términos puedes prestarlo.

Presta solo si te sobra el dinero, que lo que prestes no te haga falta y que no afecte tu flujo de efectivo. Si tienes deudas o estás con las justas para fin de mes, no estás en posición de prestar. Presta solo lo que estés dispuesto a perder, para que, en caso de perderlo, no desestabilices tus operaciones.

No prestes sin fijar una fecha de devolución, pues sino el préstamo puede quedar en el olvido para ambos. Si han acordado un pago en partes, ve registrando las amortizaciones para que no pierdas el control. Si tu deudor se pasa de las fechas, no sientas vergüenza en reclamarle.

Préstale a quien tenga cómo pagarte. Asegúrate de que cuente con un trabajo estable o ingresos periódicos porque sino no tendrá cómo devolverte. Asegúrate de que la cantidad que te pida prestada esté dentro del rango de sus posibilidades de pago.

Finalmente, si se trata de un familiar o amigo que en verdad sepas que tenga una emergencia de esas que no le deseas a nadie (enfermedad, meses sin encontrar empleo pese a saber que lo busca, accidentes), es una mala acción cobrar intereses, no caigas en la usura.

Recuerda la regla de oro: «Presta con la cabeza y no con el corazón».